Usar ropa arrugada causa muy mala impresión, pues da la sensación de descuido y mala presentación personal. Pero también es cierto que planchar es una tarea que aunque se ve fácil, tiene su ciencia para lograr que las prendas no se arruguen después de planchadas.
Bego, ´La ordenatriz’, mostró en el programa español Más Vale Sábado un truco casero maravilloso para que la ropa no se arrugue una vez planchada. “Este es un truco de las abuelas. De toda la vida y no nos quita mucho tiempo ni tiene un nivel de complejidad alto”, señaló.
El proceso es muy sencillo. Solo se necesita mezclar una cucharadita de Maizena en medio litro de agua. Cuando la mezcla esté lista se vierte en un frasco rociador y con ella se remoja la prensa que se va a planchar.
“Es importante tener en cuenta que no se debe mojar mucho la ropa. Si la mojamos demasiado, la tela con el calor de la plancha puede agarrarse. Tenemos que pulverizar un poco para dar humedad y después pasamos la plancha y se quitan la arrugas”, explicó.
De igual forma, los trucos para que las prendas de vestir que se lavan en la lavadora no queden tan arrugadas son muchos. Los hay desde el uso de detergentes naturales hasta el cuidado especial a la hora de utilizar la secadora.
Uno de esos consejos dice que se debe evitar sobrecargar la lavadora, pues, al llenarla de prendas, estas van a tener poco espacio para moverse dentro del tambor y, al quedar muy apretadas, van a salir extremadamente arrugadas, lo que hará más difícil su planchado, puesto que las arrugas quedarán muy marcadas en la tela.
Otro consejo práctico es usar suavizante de ropa para que las fibras de las telas se ablanden y así se eviten las marcadas arrugas. El uso de suavizante, además, deja las prendas con un delicioso aroma.
Lavar en un centrifugado alto también evita que la ropa se arrugue. El truco está en no meterla a la secadora después de lavada. El centrifugado alto elimina hasta el 40 % de la humedad de las prendas, por lo que salen casi secas.
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